Si te consideras feminista, no deberías comer huevos

La organización animalista PETA (Personas por la Ética en el Trato de los Animales) anima a las mujeres a prescindir de los huevos en su dieta. Consideran que consumir el producto de las hembras de otras especies es incompatible con la defensa de la causa feminista.

La organización PETA sostiene que si una mujer lucha por sus derechos reproductivos no debería robar sus bebés a otras hembras (Créditos: Getty Images)
La organización PETA sostiene que si una mujer lucha por sus derechos reproductivos no debería robar sus bebés a otras hembras (Créditos: Getty Images)

La organización pretende concienciar acerca de las implicaciones que tiene la producción de huevos para las gallinas. En la campaña que ha lanzado, su portavoz, Marissa Price, afirma que si una mujer lucha por sus derechos reproductivos no debería robarles sus bebés a otras hembras. Apela a la conciencia de las mujeres como respuesta al abuso de las industrias: “Las granjas no ven a las gallinas como seres individuales sino como máquinas de producir huevos para conseguir dinero”, indica. El verdadero problema, sostiene, es que “no se le da la importancia suficiente al sufrimiento de las hembras de otras especies”.

PETA denuncia el trato que la industria da a vacas, cerdas o gallinas y promueve el veganismo entre las feministas (Créditos: Getty Images)
PETA denuncia el trato que la industria da a vacas, cerdas o gallinas y promueve el veganismo entre las feministas (Créditos: Getty Images)

En este sentido, PETA denuncia el trato que la industria da a vacas, cerdas o gallinas y promueve con esta campaña que más feministas se hagan veganas, es decir, que se abstengan de productos de origen animal. Hacerse vegano no es solo un cambio en nuestros hábitos alimenticios; para esta organización va más allá, pues es una manera de proteger los derechos de los animales, de defender el medio ambiente y de reafirmarse en la lucha feminista.

Otra reivindicación de PETA en defensa de animales consiste en adaptar nuestro lenguaje para hacerlo más inclusivo y menos hiriente. Propone cambiar expresiones como “ser un conejillo de indias” o “matar dos pájaros de un tiro”.

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